Fue hace poco tiempo cuando entré a Toss, la empresa donde trabajo ahora.
Al principio, estaba lleno de alegría por haber ingresado a Toss, la empresa que siempre había soñado.

Pero esa alegría duró poco, Toss estaba lleno de compañeros que emanaban una enorme capacidad.
Y yo al verlos...
Toda mi alegría se transformó en miedo.

¿Acaso yo soy una burbuja?

¿Podré ser reconocido entre estos compañeros?, ¿Acaso mi capacidad es en realidad una burbuja?
Comparé mi apariencia con la de mis compañeros que tenían capacidades sobresalientes.

Al final de esa larga comparación, decidí: "Voy a adquirir pronto una capacidad sobresaliente como la de mis compañeros".

¿Fue el resultado de mi decisión?
Aprender las tareas del equipo, las nuevas herramientas, la cultura organizacional, cómo contribuir al equipo, etc.
Mi mente solo estaba llena de trabajo.

Sin embargo, al principio de mi ingreso, en lugar de desarrollar mis habilidades, no pude hacer bien el trabajo que se me asignó.
Y esa diferencia me hizo sentir impaciente e inseguro.

Retroalimentación con el líder

En ese momento, tuve una reunión de 1:1 con el líder del equipo.
A pesar de ser mi primera reunión con el líder, le conté honestamente sobre la impaciencia que sentía.

Quiero ser un compañero reconocido en Toss, pero me siento insuficiente.
Parece que mi cuerpo no sigue el ritmo de mi mente, ¿Qué puedo hacer?

En lugar de darme una solución inmediata, el líder me contó una historia sobre la Academia Naval de los Estados Unidos.

Las tareas asesinas de la Academia Naval de los Estados Unidos

La Academia Naval de los Estados Unidos es famosa por asignar tareas asesinas a sus estudiantes.

La escuela les da a los estudiantes una cantidad de tareas que nunca podrían terminar.
Y si no hacen las tareas, los estudiantes obtienen malas calificaciones.
Incluso, si no obtienen la calificación mínima para poder ascender, son expulsados.

Los estudiantes no pueden terminar todas las tareas.
¿Qué deben hacer los estudiantes en esta situación?

Los estudiantes renuncian al objetivo de terminar todas las tareas.
Clasifican las tareas que deben hacer obligatoriamente para no ser expulsados.
Establecen sus propias prioridades y terminan las tareas según ese orden de prioridad.

Para no ser expulsados, no hacen algunas tareas.

El bombero que no apaga todos los incendios

Después de la historia de la Academia Naval, me contó una historia de nuestro líder de la empresa.

Cuando entro a la empresa y enciendo Slack, hay muchos incendios que me esperan.
Hay muchos miembros del equipo en esos numerosos incendios y ellos esperan que yo venga a resolver ese problema.

Pero no puedo apagar todos los incendios. No tengo tiempo ni capacidad suficiente para eso.

Por eso, me preocupo por cuál es el incendio más grande que está arruinando la empresa y me concentro solo en ese incendio.
Dejo que algunos incendios ardan más.

El valor de dejar que las llamas calientes te quemen la piel.
Creo que esa es la capacidad.

Renunciar es una capacidad

Escuché las dos historias y las apliqué a mi situación actual.
Y me di cuenta de que renunciar también es una capacidad.

Al principio de mi ingreso, quería ser como mis compañeros, que tenían una capacidad increíble.
Pensé que la forma más rápida de obtener una capacidad increíble era hacer todo lo que se me presentara.
Pero no pude hacer todo como los estudiantes de la Academia Naval de los Estados Unidos.
Seguí estando inquieto e impaciente.

Después de mi tiempo con el líder, miré las innumerables tareas que tenía en mi mente.
Y pensé cuál era la única tarea que tenía que hacer para convertirme en un compañero con una gran capacidad.

Resolviendo poco a poco y creciendo, he podido seguir trabajando en Toss hasta ahora.

Para terminar

En el camino que recorrí para alcanzar mi objetivo, me di cuenta de que renunciar también es una capacidad.
Se necesita una gran valentía para dejar que las llamas de las tareas te quemen la piel.

¿Tengo esa valentía? Parece que el tiempo que he pasado en Toss me la ha dado.